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Mostrando entradas de mayo, 2015

En cautividad

Tu musa te pide a gritos que vuelvas a sus brazos Que ella va a cuidar bien de tus versos. Deja de escribir en sangre y llorar tanta tinta, que se pone celosa de que sea otra y no su esencia la que prevalezca en ti. Apiádate de sus silencios, que se arrodillan ante tu corazón, que buscan hogar en tus ojos, pero tienen miedo de bailar en tus pupilas, vaya que puedan herirse ambas plantas de los pies. Quieren ser por una vez valientes y ponerse unas punteras blancas, -porque no hay color más puro- para pisar cada trozo por si se quiere agrietar. No ves esa paradoja donde tú estás hecha de cristal y piensas que eres una chica frágil, cuando es el más resistente material. Sé que no te gustan los vendajes, que prefieres lamerte con sal. Preguntas en qué te has equivocado, cariño mío, tu risa le teme al aire, haz que quiera volar.

Quién.

Esa chica que busca vivir dejando huella, e intenta coser heridas abriéndose las suyas. Quien si llora no para hasta que se seca o lo versa siempre en tercera persona. Esa que sueña despierta que vuela y anda con los brazos abiertos. Da vueltas sobre sus talones llena de picaduras de insectos y no se rasca hasta que se marea. Busca una mano que la agarre cuando sube por los bordes queriendo desafiar a la altura. Sabe que no va a caerse, pero nadie esta dispuesto a agarrarla. -Sólo por si acaso- Ella es la que no sabe amar y da palos de ciego al cariño, por si éste se compadece y la puede enseñar a querer aunque le cueste perderse -más- a sí misma.

Día gris.

Hoy volví a recordarte. Lo que podríamos haber sido  tú y yo, si no fuéramos  tú y yo. Hace mucho que vacié mis poemas, tú tienes toda la culpa, no quiero recordar lo que me hacías sentir. Sé que te echo de menos. A ti, a mis versos, a moverme entre tus líneas. Me sentía en casa. Intenté ser yo la tuya, pero te gustaba el frío y yo sólo quería darte calor entre mis brazos. Fui siempre tan ingenua y egoísta, pero mi imaginación era brillante. -Cómo odiaba esa cualidad- Imaginé un futuro y te vi a ti miles de veces, Dime que alguna es real.