Babygirl
Te recuerdo, loca como la hiena que ríe a carcajadas cada vez que se le rompe el llanto. Te recuerdo, tuya tan tuya que nunca cerraste la jaula por si echabas a volar. Te recuerdo, diminuta como un grano de arroz escondido en la suela de tus botas blancas. Te recuerdo difusa sin aire sin voz. Etérea. Miro y encuentro el oasis de mi refugio quemado por el humo de un cigarro posado en otras bocas que imaginas que besan como la mía y una botella de alcohol con el efímero calor de una desnudez eterna. Sigues sin cambiar la cerradura. Me he tragado la llave. Dime ven pero ya lo dejé todo, que caerme dos veces ha sido una tercera perdiendo el miedo a volar una cuarta para vivir a mi manera. He olvidado dónde ir cuando tengo ganas de llorar. Te recuerdo, bajo todo pronóstico niña cuna de mi propiedad. Fui tan yo como pude tan tú como te dio la gana a manos vacías a corazón lleno -y viceversa- Quién te cura si soy yo lo que te duele -Es...