Babygirl

Te recuerdo, loca
como la hiena que ríe a carcajadas cada vez que se le rompe el llanto.

Te recuerdo, tuya
tan tuya que nunca cerraste la jaula por si echabas a volar.

Te recuerdo, diminuta
como un grano de arroz escondido en la suela de tus botas blancas.

Te recuerdo difusa
sin aire
sin voz.

Etérea.

Miro y encuentro el oasis de mi refugio quemado por el humo de un cigarro
posado en otras bocas que imaginas que besan como la mía y
una botella de alcohol con el efímero calor
de una desnudez eterna.

Sigues sin cambiar la cerradura.

Me he tragado la llave.

Dime ven pero ya lo dejé todo,
que caerme dos veces ha sido una tercera perdiendo el miedo a volar
una cuarta para vivir a mi manera.

He olvidado dónde ir cuando tengo ganas de llorar.

Te recuerdo, bajo todo pronóstico
niña
cuna de mi propiedad.

Fui tan yo como pude
tan tú como te dio la gana

a manos vacías
a corazón lleno
-y viceversa-

Quién te cura si soy yo lo que te duele

-Estoy delirando.-

Tengo un montón de palabras vacías que se unen mejor que nosotras
expresando mal y a trozos que lo nuestro fue
la letra de una canción dedicada
que se nos mete en la garganta
y no queremos volver a escuchar

Por miedo a
esperando qué.

Perdóname.

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