Destrózame.

Déjame probar tus versos
Y atragantarme con cada palabra.
Desgarrarte a gritos las comisuras,
Escalar por tu columna
Estudiando el movimiento.

Déjame arrancarte el aire
Cuando restamos distancias.
Enséñame a multiplicar las horas,
Porque nunca tengo suficientes
Y siempre me quedo con ganas
-de ti-.

Dime cómo se divide el tiempo
Para cada vez que faltes
No seguir sedienta
De la sangre que patina tus entrañas
Y pueda dejar de celarme
De cada bestia
Que te quiere como presa.

Rómpeme el corazón,
Que a cambio seré tu hamartia,
Prometiendo enseñarte
Cómo se cometen los más bonitos
-y fatales- Errores
Para que conmigo tropieces
Hasta tenerte a mis pies de rodillas
Y deseen rendirse incluso tus propias heridas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Autodiagnóstico

Tac, tac, tac

Distancia de seguridad