Tenemos que hablar

Fuiste La Venus de Milo
y yo puse el mundo en tus brazos.
-Vetusta Morla.


Llegas tarde.

¿Has traído vino?
(Creo que voy a necesitar un par de estas)

A veces me acuerdo de ti,
otras ni siquiera eres tema de conversación.

¿Crees que volverás mañana?
(Igual deberías quedarte a dormir)

¿Qué ha sido de ti estos años?
(Tengo un sofá libre)

Te noto distinta pero
sigues igual que antes.

¿Qué te ha pasado?
(Yo podría dormir ahí)

Espero que me hayas echado de menos.
(puedo dejarte algo si lo necesitas)

¿Estás bien?
(si no quieres, da igual)

Sí, bueno, ya sé que no te he llamado pero
te he escrito
muchísimo
todos los meses.

Ya, no es suficiente.

Sí, lo sé.
(vas a perseguirme toda la vida)

Qué te digo.

¿y tú sí?

No me mientas.

¿Sigues estando para mí?
(todo ha cambiado muchísimo)

He dicho que no me mientas,
deja de hacerlo.

No hace falta, gracias.

Te he dicho que no.

Que te calles.

Lo siento.
Por favor, cállate.

No me chilles.

Esto ha sido un error.
(sí, sigo teniendo tus cosas)

Cuánto más quieres que te llore
(¿necesitas que te las devuelva?)

Esto me está doliendo más a mí que a ti
(ya sé que dijiste que podía quedármelas)

Para.
(no sé de qué te ríes)

Ya sé que no hice las cosas bien
y tú tampoco.
(yo también he entrado en pánico muchas veces)

Dios, ¿no eres capaz de callarte?

Eres
muy 
complicada.

Qué esperas de mí
q u é m á s q u i e r e s.

Deja las excusas.

No puedes irte así
(quiero darte una copia de las llaves, pero)

Me pones
muy
nerviosa.

Espera.

Si sales por esa puerta 
no vas a verme nunca m.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Autodiagnóstico

Tac, tac, tac

Distancia de seguridad